De cabello negro y ojos dorados.
El fuego de su interior quemaba tanto que destellaba en sus enormes ojos rasgados.
Me miraba mientras escribía sobre él, mientras lo soñaba pálido y sublime.
Su mirada, hipnótica, me hizo caer en un nuevo sueño, de letras flotantes y frases incompletas.
Tienes una maravillosa manera de escribir.
ResponderBorrarEspero poder seguir leyendo más de tus palabras y escritos. <3