Hay veces que la vida exige un cambio. Una transición. 
 Como las estaciones.  Nuestra primavera fue maravillosa, pero el verano se ha terminado… y nos perdimos el otoño. Y ahora, de repente, hace frío, tanto frío que todo se está congelando. 
 Nuestro amor se ha dormido y la nieve lo tomó por sorpresa. 
Y si te duermes en la nieve no sientes venir a la muerte... 

Nuevas brisas


Los vientos han cambiado a la dirección contraria, eso se puede ver en sus pupilas. En sus ojos oscuros sólo se distingue un poco tristeza, pero esta se irá yendo con el tiempo. Por hoy, se puede decir que la calma ha vuelto al cielo y a su vida. El aroma ya no es depresión. No hay ni rastro de tormentas furiosas queriendo destruirla por dentro, no hay huracanes intensos cerca. Ella había dejado libre su manera de pensar y había dicho lo que le había sido tan difícil decir. Se ha calmado el tiempo, no es perfección, no es felicidad pura en cada canto de ave, pero es la sensación y el poder decir que las cosas están bien. Podrían estar mejor, pero hoy prefiere decir que está bien. Ahora se da cuenta que había estado mucho tiempo sentada en la oscuridad, cuando pudo pararse a buscar algo más que eso. Ella ha salido a tomar un café y a sentir la nueva brisa. La tranquilidad ha vuelto.


Nosotros tuvimos magia.

Remember

Siempre nos quedará París.